La Autofinanciación

Autofinanciación

Un término que se pone en boca de todos en las épocas en que los créditos están restringidos, es el de la autofinanciación o autofinanciamiento. En cualquiera de los casos, debemos saber que estamos frente a un  sistema de comercialización donde se integra a un grupo de personas, consumidores o empresas que  que aportan a una cuenta de un fideicomiso una cantidad determinada, acorde al plazo y monto contratado que se destinan a la adquisición de bienes muebles nuevos, inmuebles o servicios.

Mensualmente, se realizan sorteos de las personas galardonadas con un préstamo en base a los fondos juntados entre todos… Pero, no será este el concepto que hablaremos, que se asemeja más a una mutual que a un autofinanciamiento.

Sin embargo, suelen existir en economía de la empresa, otras definiciones de autofinanciación o financiación interna, que la denomina como conjunto de recursos financieros que las empresas obtienen por si mismas sin recurrir a fuentes de financiación externas, es decir que no proceden ni de nuevas aportaciones de los socios, ni de aumentos de la posición deudoras, sino que son generados por la empresa.

Las principales fuentes de autofinanciación son los beneficios retenidos y las amortizaciones.

Beneficios retenidos

Como bien sabemos, la diferencia entre ingresos y costes se denomina beneficio. En este caso, suele aplicarse el beneficio de la siguiente forma: una parte a remunerar a los socios o accionistas, otra parte permanece en la empresa y que es la que se dedica a la autofinanciación. A esta parte de la autofinanciación se le denomina autofinanciación de expansión.

Claro, esta retención de beneficios se puede efectuar voluntariamente o de forma obligatoria. La retención de beneficios puede quedar explícita en la contabilidad en cuentas de reservas o de forma latente u ocultas que surgen de una subvaloración de activos o una sobrevaloración de pasivos.

Amortizaciones

La amortización empresarial es una de las funciones financieras que suponen la disposición de unos recursos financieros que se pueden utilizar en las distintas funciones de la empresa. A esta autofinanciación se le denomina de reposición.

Tanto si vemos a las amortizaciones como los beneficios de la empresa, con la autofinanciación se generan las siguientes ventajas:

  • Permite a la empresa el disfrute de una mayor autonomía y libertad de acción.
  • Permite que las reservas constituyan para la sociedad una fuente de recursos financieros que no es necesario remunerar.
  • Para las pequeñas y medianas empresas constituye una forma singularizada de obtener recursos a largo y medio plazo.
  • Si se tiene fuentes financieras extranjeras, se estaría resguardado de devaluaciones monetarias
  • Aligera los gastos administrativos y financieros de recursos ajenos
  • Aligera la presión fiscal
  • Simplifica los tramites administrativos

Como no todo lo que brilla es oro, mostramos los inconvenientes de la autofinanciación:

  • La facilidad con que se acometen inversiones cuya rentabilidad no esta asegurada
  • La dificultad de no poder acometer un proyecto de inversión imprevisto al tener materializados los recursos en inversiones menores
  • La autofinanciación reduce la reduce de un dividendo
  • La empresa que se autofinancia puede estar aplicando sus recursos a inversiones no deseadas por ella
  • Provocar una desigual asignación de recursos por entidades empresariales
  • Un proceso acumulativo de inflación de costes
  • Favorecer la creación de grandes unidades empresariales vulnerables a los cambios de coyuntura económica con posibles despidos de personal

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